En esta parte te explicaremos unas técnicas que son de utilidad para poder tener una buena comunicación en familia:
Estar disponible: Encuentre un momento en la agenda atareada de cada uno para hablar de las cosas con tranquilidad. Tener aunque sea 10 minutos por día, sin distracciones, para que usted y su hijo hablen puede marcar una gran diferencia en la creación de buenos hábitos de comunicación.
Saber escuchar: Al escuchar a su hijo, usted lo ayuda a sentirse amado y valorado. Pregúntele a su hijo qué opina sobre un tema. Si lo que dice su hijo no le queda claro, repita lo que escucha para asegurarse de comprender lo que su hijo intenta decir.
Ser empático: Esto significa sintonizar con los sentimientos de su hijo y hacerle saber que comprende la situación. Si su hijo está triste o disgustado, una caricia suave o un abrazo pueden hacerle saber que usted comprende esos sentimientos tristes o negativos.
Sea un ejemplo a seguir: Recuerde que los niños aprenden a través de ejemplos. Utilice las palabras y los tonos de voz que desea que su hijo utilice. Asegúrese de que su tono de voz y lo que usted hace envíen el mismo mensaje.
Se recomienda:
- Proporcionar instrucciones claras y apropiadas para la edad, como "Cuando vayamos de compras, debes ser educado y quedarte a mi lado". Asegúrese de que su hijo comprenda lo que le ha dicho. A veces, los niños no comprenden por completo el significado de las palabras que escuchan y usan.
- Elogiar a su hijo cada vez que pueda.
- Comunicar sus sentimientos con calma.
- Ser sincero.
- Escuchar con atención lo que dice su hijo.
- Utilizar sus momentos para hablar como momentos de enseñanza: no pierda ninguna oportunidad de demostrarle a su hijo qué es una comunicación saludable.
- Haga lo que desea que su hijo haga; predique con el ejemplo.
- Asegúrese de que, cuando esté disgustado con su hijo, este sepa que el problema es su conducta y no él.
No se recomienda:
- Dar instrucciones amplias y generales, como "¡Más vale que te portes bien!".
- Insultar o echar culpas. "Eres malo" debe reemplazarse por "No me gusta la forma en que estás actuando".
- Gritar o amenazar.
- Mentirle o decirle verdades a medias a su hijo.
- Utilizar el silencio para expresar sentimientos fuertes. Los silencios largos asustan y confunden a los niños.
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